Una serpiente, una pelea y un poema

Había un poema, lacónico y misterioso. Fue la causa de todo.

Había una serpiente. Moteada, gigantesca, dormía en el fondo de una charca. La atisbé entre la maleza.

Leí el poema y desperté a la serpiente.

Frost, de Hugo Simberg

La pelea vino después.

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