Hay sitios a los que no puedes regresar,
nunca jamás.
Hace siglos (eso parece) me encontré con una vieja serie japonesa llamada Cliffhanger! – Las aventuras de Lupin III.
Era formidable: cómica, atrevida, ágil, retorcida –y al propio tiempo simple hasta la vacuidad.
Pasé tardes enteras disfrutando de ella. Cosas así te ayudan a vivir.
Hace un año (casi un siglo) di por casualidad con otra serie, también japonesa, también formidable: Cowboy Bebop. Cómica, atrevida, ágil y retorcida; deliciosamente semejante al viejo Lupin. Mucho menos simple: es trágica, anegada de heroísmo, honor y sed de venganza.
Con la genial añadidura de una banda sonora polifacética e inmejorable, compuesta por Yoko Kanno.