Dicen que habiendo Sócrates oído leer el Lisis de Platón, dijo: “¡Oh, cuántas tonterías me hace decir este muchacho!”
Diógenes Laercio, Vidas de los filósofos más ilustres
Author: Andariego
Lanzamiento del libro “Instituciones e Institucionalismo en América Latina”
El pasado viernes 30 a las 18h30 en el Centro Cultural Benjamín Carrión se realizó el lanzamiento del libro “Instituciones e institucionalismo en América Latina: Perspectivas teóricas y enfoques disciplinarios” (Editorial del Centro de Investigaciones de Política y Economía, CIPEC; ISBN: 978-9942-01-384-2), al que contribuí con un artículo sobre psicología social evolucionista y confianza.
Los comentarios estuvieron a cargo de Vicente Albornoz, de la Corporación de Estudios para el Desarrollo, y Farith Simon, de la Universidad San Francisco de Quito.
En mi breve intervención resumí el contenido del artículo e hice referencia a los nefastos efectos de la desconfianza en la corrupción y el subdesarrollo.
El libro ya está disponible en las librerías del Ecuador.
Visita a Santiago de Chile
Hace un tiempo recibí la invitación del Departamento de Psicología de la Universidad Cardenal Silva Henríquez en Santiago de Chile para que los visitara y presentara algunas de las cosas en las que he venido trabajando últimamente (como esta y esta). Tras varios intercambios logramos, por fin, acordar fecha, la tercera semana de noviembre, y definir un cronograma de actividades muy intenso e interesante.
La primera fue la conferencia inaugural de la Semana de Psicología: una presentación sobre las diferencias entre constructivismo y construccionismo y sobre la manera en que dichas diferencias pueden salvarse de cara a la intervención terapéutica.
Fue una gran oportunidad para actualizar lo dicho en este artículo; la reflexión incluía ideas ya desarrolladas aquí, aquí, aquí y aquí, y otras que aún no han visto la página impresa.
La mañana del día siguiente, junto con terapeutas e interventores sistémicos de un centro asociado a la Universidad (el centro de Estudios y Atención a la Comunidad), exploramos el tema de los “casos difíciles” en psicoterapia (sobre lo cual versa mi tesis de licenciatura). Propuse un abordaje a partir del concepto de “metacognición”, sumamente famoso en la tradición cognitiva (y, ahora, psicoanalítica) pero prácticamente desconocido entre los sistémicos, señalando que la metacomunicación requiere de la metacognición, pero no a la inversa; esto es, que para lograr que ciertas personas alcancen un desempeño metacomunicacional es preciso favorecer el desarrollo metacognitivo a través de algunas técnicas y sobre todo de una postura “autocontemplativa” por parte del interventor. En la medida en que dicha postura esté ausente o comprometida, un caso, cualquiera, puede volverse “difícil” y empantanarse en interacciones repetitivas, empobrecedoras e inquientantes entre interventor y consultantes.
Lo que considere “difícil” es, pues, un excelente indicador del nivel metacognitivo del terapeuta mismo en relación con ciertos aspectos de su identidad; y no necesariamente de la complejidad “objetiva” del caso per se.
Preparamos luego un caso que atendimos en la cámara de Gesell; la comunicación fue fluida y abierta. Como señalo en este texto, ¡las familias suelen hacer gala de muchísima paciencia con nosotros los terapeutas!
Por la tarde tuvimos una charla con los estudiantes de la carrera de Técnico en Educación Social que trató sobre “desviación positiva” y la capacidad de convertirse en un agente “clandestino” de cambio social. En esta fotografía están Ximena Canelos, la coordinadora de la carrera, e Irene Salvo, docente del Departamento y gestora de mi visita.
Finalmente, la mañana del viernes presenté el marco teórico de la investigación sobre confianza y capital social patrocinada por la U. P. Salesiana ante un auditorio mixto: sociólogos, investigadores, pedagogos, psicólogos sociales… Se suscitó una conversación animada sobre la (im)posibilidad de “crear” confianza ad libitum, la relación entre confianza y apego, la noción de “riesgo” en la teoría de Luhmann, la emoción en la teoría social y otros problemas.
Y el sábado visitamos Valparaíso, ¡una ciudad preciosa!
En suma, fue un viaje renovador, fabuloso y apasionante… que abre la puerta a futuras colaboraciones.
¡Gracias, Irene!
Confianza y capital social en los jóvenes de Quito, DM
Hace unos meses, la U. P. Salesiana hizo una convocatoria a optar a fondos de investigación. Dentro de la Maestría en Asesoría, Intervención y Terapia Familiar Sistémica, presentamos una propuesta; y se nos concedió un fondo de USD 20.000 para investigar “la confianza como parte del capital social entre los jóvenes (18-23 a.) del Distrito Metropolitano de Quito”. Hemos empezado ya con el desarrollo del proyecto.
El tema de la confianza me ha interesado desde hace varios años. Está presente en mi trabajo de investigación para el Doctorado en Psicología Social de la U. Autónoma de Barcelona; en este texto acerca de la Masonería y el Constructivismo, y en este otro, sobre el posmodernismo y sus vicios.
La investigación en curso nace de un conjunto de asuntos más concretos al que vengo dando vueltas desde hace tres años: ¿cómo es que el Ecuador no logra dejar atrás sus continuas crisis sociopolíticas? ¿Por qué, habiendo probado de todo y varias veces, seguimos viviendo “en crisis”? ¿Cómo es que el estado de excepción es aquí la regla? ¿Cómo es que parecemos preferir el estilo autoritario de liderazgo político (a juzgar por los últimos resultados electorales, sobre todo el actual)?
Estas preguntas han recibido respuestas desde diversos frentes: la sociología, la economía, los estudios del desarrollo… Pero nunca, me temo, desde la psicología social; nunca en Ecuador, donde esta disciplina apenas ha sido hollada.
El antecesor lejano de esta investigación es “Lobos o Corderos“; un análisis desde la psicología social y la teoría dramatúrgica (estilo Goffman) de una interacción típica en la capital del Ecuador y que revela por sus entresijos las conductas de irrespeto a la norma y sus justificaciones más comunes. El antecesor inmediato, “Las instituciones desde la perspectiva psicológica“, un texto de próxima publicación que he comentado aquí y cuya última parte aborda la confianza como ejemplo del punto de vista evolutivo-psicológico en ciencias sociales.
El marco teórico de este proyecto se nutre de ambos textos y apunta a relacionar la confianza con el capital social entre los jóvenes de Quito y a proyectar sus implicaciones a futuro.
Hemos perfilado ya los instrumentos que emplearemos para la medición de la confianza y las redes sociales, y estamos en el proceso de construirlos.
Asimismo, hemos tomado contacto con dos teóricos que han hecho aportaciones significativas al tema:
- Eric Uslaner, profesor de Government and Politics en la Universidad de Maryland—College Park, cuyo próximo libro, “The Bulging Pocket“, propone que las sociedades en desarrollo sufren de un círculo vicioso donde (des)confianza, corrupción e inequidad se apoyan y fortalecen mutuamente.
- Roy Eidelson, Director Ejecutivo del Solomon Asch Center for Study of Ethnopolitical Conflict en la Universidad de Pennsylvania, que ha estudiado la influencia de cinco “ideas” (indefensión, vulnerabilidad, desconfianza, superioridad e injusticia) en la conducta y el conflicto.
Esta investigación abre una serie de valiosas posibilidades para el Ecuador. Por un lado, es la primera vez que se realiza un estudio de psicología social de gran escala en este contexto -lo cual puede convertirse en una línea de investigación sostenida para la U. Salesiana. Por otro, dejando de lado menciones ocasionales, la confianza nunca ha sido analizada a fondo en el país -cuando la teoría del capital social parece sugerir que es un elemento fundamental y a menudo desapercibido en el desarrollo.
En tu propio día encontrarás fe
49. Ko – La Revolución (La Muda)
Tui, Lo Sereno, el Lago
Li, Lo Adherente, el Fuego
El signo se refiere originalmente a una piel animal que, en el transcurso del año, se modifica en función de la muda. De ahí la palabra es transferida a las mudas que tienen lugar en la vida estatal, a las grandes revoluciones que se producen por cambios de gobierno. Las dos figuras de que se compone el signo son, como en el caso de K’uei, “El antagonismo” (Nº 38 ), las dos hijas menores Li y Tui. Pero mientras que allí la mayor de las dos se sitúa arriba, causando así fundamentalmente tan sólo un antagonismo de tendencias, en este caso se sitúa arriba la menor, y los efectos son encontrados: las fuerzas se combaten entre sí como el fuego y el agua (lago), tratando cada una de ellas de destruir a la otra. De ahí la idea de revolución.
EL DICTAMEN
La Revolución.
En tu propio día encontrarás fe.
Elevado éxito, propicio por la perseverancia.
Se desvanece el arrepentimiento.
Las revoluciones estatales son algo sumamente grave. Hay que recurrir a ellas únicamente en caso de extrema emergencias cuando ya no queda otra salida. No cualquiera está llamado a ejecutarlas, sino únicamente aquel que goza de la confianza del pueblo, y también éste sólo cuando haya llegado la hora. Debe procederse al respecto de un modo correcto, causando alegría en el pueblo e impidiendo, mediante el esclarecimiento, los excesos. Por otra parte es menester que uno esté libre por completo de objetivos egoístas y realmente subsane la miseria del pueblo. Únicamente así no habrá nada de que arrepentirse.
Los tiempos cambian y con ellos las exigencias. Así cambian las estaciones en el curso del año. Así también en el año cósmico hay primavera y otoño de pueblos y naciones, que requieren transformaciones sociales.
LA IMAGEN
En el lago hay fuego: la imagen de la revolución.
Así ordena el noble la cronología y clarifica las épocas.
El fuego abajo y el lago arriba se combaten y se destruyen recíprocamente. Así también en el transcurso del año tiene lugar una lucha de la fuerza luminosa con la oscura, que repercute en las revoluciones de las estaciones del año. El hombre se hace dueño de los cambios de la naturaleza cuando reconoce su regularidad y distribuye en forma correspondiente el curso del tiempo. Con ello se introduce el orden y la claridad en el cambio, aparentemente caótico, de las temporadas y uno puede tomar anticipadamente las previsiones necesarias, de acuerdo con las exigencias de las diferentes épocas.
LAS DIFERENTES LÍNEAS
Al comienzo un nueve significa:
Uno es envuelto en la piel de una vaca amarilla.
Los cambios sólo deben emprenderse cuando ya no queda otra posibilidad. De ahí que, por lo pronto, sea necesaria una extrema reserva. Uno ha de afirmarse completamente en su interior, moderarse -amarillo es el color del centro, la vaca es símbolo de la docilidad- y no emprender nada por el momento, pues toda arremetida prematura tendrá malas consecuencias.
31. Hsien – El Influjo (El Cortejo)
Tui, Lo Sereno, el Lago
Ken, El Aquietamiento, la Montaña
El nombre del hexagrama significa “en general”, “corrientemente”, “universal”, y en sentido figurado “influir”, “incitar”. El signo de arriba es Tui, lo sereno, el de abajo Ken, el aquietamiento. El rígido trigrama de abajo, por su acción perseverante, aquietante, incita al trigrama débil de arriba el cual serena y alegremente corresponde a esta incitación. Ken, el signo de abajo, es el hijo menor, el de arriba, Tui, la hija menor. En este sentido, ha de tomar la iniciativa lo masculino y colocarse por debajo de lo femenino al cortejarlo.
Así como la primera sección del libro comienza con los signos de Cielo y Tierra en cuanto fundamento de todo lo existente, la segunda sección se inicia con los signos que corresponden a cortejo y matrimonio como fundamentos de todas las relaciones sociales.
EL DICTAMEN
El Influjo. Logro.
Es propicia la perseverancia.
Tomar una muchacha trae ventura.
Lo débil se halla arriba, lo fuerte abajo; de este modo sus fuerzas se atraen hasta unirse. Esto procura el logro, el éxito. Pues todo logro se basa en una acción de atracción mutua. La quietud interior, junto a la alegría exterior, consigue que la alegría no se exceda, que más bien permanezca dentro de los límites de lo recto. He ahí el sentido de la advertencia agregada: es propicio perseverar. Pues es así como se distingue de la seducción el cortejo, en el cual el hombre fuerte se coloca por debajo de la débil muchacha, mostrándole consideración. Esta atracción por lo electivamente afín constituye una ley general de la naturaleza. El Cielo y la Tierra se atraen recíprocamente y así se engendran todos los seres. Mediante una atracción de esta índole influye el sabio sobre los corazones de los hombres y el mundo logra la paz. Por las atracciones que ejerce algo puede reconocerse la naturaleza de todos los seres que hay en el cielo y sobre la tierra.
LA IMAGEN
Sobre la montaña hay un lago: la imagen del influjo.
Así el noble, en virtud de su disposición receptiva
deja que los hombres se acerquen a él.
Una montaña, que tiene encima un lago, obtiene estímulo gracias a la humedad de éste. Tal ventaja le es dada por el hecho de que su cumbre no sobresale, que es una cumbre ahuecada. El símbolo da el consejo de que uno se mantenga interiormente bajo, vale decir humilde, y libre, permaneciendo de este modo receptivo frente a los buenos consejos. Al que pretende saberlo todo mejor, los hombres pronto dejan de aconsejarlo.