En las últimas dos semanas he conocido a mis dos alter ego.
Uno es tímido, apocado y frágil; y cree ocultarlo detrás de una coraza cuidadosamente construida. Es un trozo de cristal en una caja de cartón piedra.
El otro es autoritario, hablador y combativo; pero también frágil. Y parece incómodo con (o dentro de) su cuerpo.
El primero me dio una ternura inmensa, casi dolorosa -que aún me provoca, cuando lo recuerdo; que aún me persigue cuando miro hacia atrás.
El segundo, algo de temor -el temor de verte a ti mismo, si hubieras decidido de otro modo, si hubieras cedido a la tentación con más frecuencia o menos escrúpulos.
Y al conocerlos, me he conocido mejor a mí mismo.
De ahí que me gusten los relatos sobre el doble.
Porque, siempre, hablan de mí.
Todo viaje al interior es un regalo trascendental, solo quien es conciente encuentra la autorealizacion, la vuelta a casa.
Solo quien esta en el plano neutral puede ver a todo ser como igual ” Nadie es amigo, enemigo, madre,hermano, ladron o bienqueriente” entonces ama